Para muchos padres, entender lo que realmente preocupa a sus hijos neurodivergentes puede ser un desafío. Estas preocupaciones a menudo no son evidentes, pero tienen un impacto significativo en su bienestar emocional y en cómo se relacionan con el mundo. Hoy, queremos poner luz sobre esas inquietudes invisibles y darte herramientas para apoyarlos mejor.

Para muchos niños neurodivergentes, relacionarse con otros puede ser una fuente de estrés constante. Les preocupa no saber cómo iniciar una conversación, interpretar las señales sociales o mantener una amistad. Esto puede llevarlos a evitar situaciones sociales y sentirse aislados.
Cómo ayudar: Practica juegos de roles en casa para que puedan ensayar situaciones sociales, y celebra sus pequeños logros al relacionarse con otros.

Luces brillantes, ruidos fuertes, multitudes o incluso la textura de la ropa pueden ser abrumadores. Estas experiencias sensoriales intensificadas pueden hacer que eviten ciertos lugares o actividades.
Cómo ayudar: Identifica sus disparadores sensoriales y, si es posible, minimízalos. Por ejemplo, ofrece auriculares con cancelación de ruido o ropa con texturas suaves.

Los cambios en la rutina, como un maestro nuevo, una mudanza o incluso un cambio de planes inesperado, pueden generar ansiedad en un niño neurodivergente. La previsibilidad les da seguridad.
Cómo ayudar: Usa calendarios visuales o cuentos sociales para anticipar cambios y darles tiempo para adaptarse.

Muchos niños neurodivergentes sienten que no están a la altura de las expectativas escolares, especialmente si tienen dificultades de aprendizaje como dislexia o discalculia.
Cómo ayudar: Habla con sus maestros para implementar adaptaciones en el aula, como tiempos extra o materiales personalizados. Refuerza en casa que su valor no depende de sus calificaciones.

El miedo a ser etiquetados como «diferentes» o «problemáticos» puede generar un profundo estrés. Las palabras o miradas de los demás pueden tener un impacto duradero.
Cómo ayudar: Educa a su entorno (familia, amigos y escuela) sobre neurodivergencia para crear un espacio inclusivo donde se celebren sus diferencias.

La gestión del tiempo y el cumplimiento de tareas pueden ser un verdadero desafío, lo que a menudo los lleva a sentirse frustrados o perder confianza en sí mismos.
Cómo ayudar: Usa herramientas visuales, como cronómetros o listas de tareas, para guiarlos. Felicítalos cada vez que completen una actividad, sin importar lo pequeña que sea.

Muchas veces, los niños neurodivergentes no saben cómo comunicar lo que sienten, lo que puede llevarlos a frustrarse o reaccionar de forma intensa.
Cómo ayudar: Enséñales a identificar y nombrar emociones con recursos como tarjetas emocionales o historias ilustradas

Cuando se sienten abrumados, los niños necesitan un lugar tranquilo y predecible para calmarse. La falta de este espacio puede aumentar su ansiedad.
Cómo ayudar: Crea un rincón de calma en casa, con cojines, libros y juguetes que los ayuden a relajarse.

Muchas veces, los niños neurodivergentes no saben cómo comunicar lo que sienten, lo que puede llevarlos a frustrarse o reaccionar de forma intensa.
Cómo ayudar: Enséñales a identificar y nombrar emociones con recursos como tarjetas emocionales o historias ilustradas

El esfuerzo constante por adaptarse a las expectativas de los demás puede ser agotador emocionalmente. Muchos niños sienten que deben ocultar quiénes son para ser aceptados.
Cómo ayudar: Refuerza en casa que está bien ser diferente y que sus características únicas son valiosas. Ayúdalos a desarrollar confianza en sí mismos.

El primer paso es escuchar y validar lo que sienten. Recuerda que detrás de sus comportamientos hay emociones, y detrás de esas emociones hay necesidades. Ser un puente de comprensión y apoyo les dará la seguridad que necesitan para prosperar.
Cuidar a un niño neurodivergente puede ser un desafío, pero también una oportunidad para aprender a ver el mundo desde una perspectiva diferente y maravillosa.

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