¿Qué son las habilidades sociales en niños con TDAH y TEA y cómo se desarrollan jugando?

Muchos padres y educadores se preguntan cómo pueden ayudar a que los niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) o TEA (Trastorno del Espectro Autista) desarrollen habilidades sociales. No es fácil, porque no se trata solo de enseñar a decir «gracias» o «por favor», sino de cultivar la capacidad de interactuar, cooperar, comprender al otro y comunicarse de forma efectiva.

Y aquí es donde el juego se convierte en una herramienta terapéutica poderosa.

El uso de bloques LEGO® en un entorno guiado, como en la llamada Terapia LEGO®, permite a estos niños practicar roles sociales, turnos, pedidos de ayuda, resolución de conflictos y colaboración, sin que sientan que están en una «terapia».

«Nunca imaginé que unos bloques de LEGO harían tanta diferencia. Mi hijo siempre tuvo dificultades para comunicarse y compartir. Al principio solo observaba, pero luego empezó a participar, y un día, lo escuché decir: ‘¿me ayudas?’ Fue un momento que no voy a olvidar», relató una madre emocionada.

Esa frase resume el verdadero impacto del juego como vehículo de conexión.

Habilidades sociales en niños con TDAH y TEA

Habilidades sociales y emociones en niños con TDAH y TEA

Las emociones son el corazón de cualquier interacción social. Pero muchos niños neurodivergentes tienen dificultades para identificar lo que sienten, y más aún para expresarlo. La frustración, la ansiedad o la hipersensibilidad los desbordan fácilmente, afectando su capacidad para relacionarse con otros.

A través del juego con LEGO®, estos niños encuentran un refugio emocional. El acto de construir permite ensayar, modificar, destruir y volver a crear. Es una forma concreta de poner orden al caos interno. En ese proceso, aprenden a esperar, a tolerar errores, a controlar impulsos.

«Mi hijo Martín tiene 8 años y fue diagnosticado con TDAH. Siempre fue muy inquieto, le costaba seguir instrucciones y se frustraba mucho. Probamos muchas terapias, pero lo que realmente le ayudó fue la terapia LEGO®. Hoy está más tranquilo y se comunica mejor.»

Cada bloque que encaja es también una emoción que se acomoda.

Cómo mejorar la atención para fortalecer las habilidades sociales en niños con TDAH y TEA

Uno de los grandes desafíos para niños con TDAH es mantener el foco, seguir instrucciones o terminar una tarea. El entorno escolar suele ser demasiado exigente en estos aspectos. Sin embargo, en una dinámica lúdica estructurada, como la que propone la Terapia LEGO®, estos niños pueden sostener la atención de manera natural.

Los pasos son claros, visuales y están cargados de motivación. A medida que avanzan, logran completar tareas, experimentar éxito y compartir logros. Esto impacta directamente en su autoestima y disposición a participar en interacciones sociales.

“Al principio, a mi hijo Tomás le costaba mucho concentrarse y esperar un turno. Pero con el tiempo, empezó a enfocarse mejor, a trabajar en equipo y a manejar su frustración. Hoy, en casa y en el colegio, está más tranquilo y conectado con sus compañeros”, comentó su papá.

La atención sostenida no se impone. Se cultiva desde el disfrute y la claridad.

Desarrollo de habilidades sociales en niños con TEA mediante dinámicas colaborativas

El corazón de la terapia es la interacción. Cada niño asume un rol (ingeniero, constructor, buscador) que depende de los otros para completar una misión común. Esta estructura favorece la comunicación funcional, la empatía y el respeto por normas implícitas.

Niños que evitaban el contacto visual, que no sabían pedir ayuda o que preferían el aislamiento, comienzan a mirar, hablar, colaborar, reír. No porque se les obligue, sino porque lo necesitan para cumplir el objetivo del juego.

El entorno es predecible, los objetivos son claros y cada paso tiene sentido. Así, la ansiedad social disminuye, y el vínculo con los demás se fortalece de forma progresiva.

El impacto de las habilidades sociales en la regulación emocional en niños con TDAH y TEA

Las habilidades sociales no son solo “habilidades sociales”. Son herramientas de regulación emocional. Saber pedir ayuda en vez de frustrarse. Saber esperar en vez de explotar. Saber explicar lo que se necesita en vez de aislarse.

El juego terapéutico ofrece una vía segura para poner en práctica todo esto. Los colores, las formas, la rutina, la repetición: todo contribuye a crear un espacio donde el niño puede anticipar, predecir, regular.

Muchos padres nos cuentan cómo, incluso en casa, sus hijos buscan los LEGO® para calmarse. Se convierten en un “lenguaje calmante”, una estrategia propia de autorregulación.ra el bienestar emocional a largo plazo.

El rol del terapeuta y la familia en las habilidades sociales de niños neurodivergentes

La figura del terapeuta es clave. Su tarea no es dirigir, sino facilitar. Observa cuándo intervenir, cuándo proponer un cambio, y cuándo dejar que el niño resuelva por sí solo. Cada sesión se adapta al ritmo del grupo, con espacio para la espontaneidad y para el refuerzo positivo.

Pero la terapia no termina en la sesión. Cuando la familia comprende y acompaña los logros, el avance se multiplica. El niño replica en casa lo aprendido: invita a jugar, pide ayuda, coopera.

La conexión entre terapeuta, familia y entorno escolar es fundamental para que las habilidades sociales no solo se adquieran, sino que se mantengan y se expandan.

Historias reales que muestran cómo evolucionan las habilidades sociales en niños con TDAH y TEA

Cada niño tiene su ritmo. Algunos progresan en semanas, otros en meses. Pero lo que todos tienen en común es que, con el ambiente adecuado, florecen.

“Desde que empezó con LEGO®, ya no se aísla tanto. Está más animado, más seguro.”
“Nunca lo había visto terminar algo con tanto orgullo.”

Esas frases resumen los pequeños grandes logros que transforman una vida. No siempre se trata de hablar más, sino de conectarse mejor.

Conclusión: por qué fomentar habilidades sociales en niños con TDAH y TEA cambia su vida

n definitiva, cuando hablamos de habilidades sociales en niños con TDAH y TEA, no hablamos solo de comunicación, sino de conexión. De vínculo. De confianza. De herramientas para vivir en comunidad y sentirse parte.

Y lo mejor es que esto se puede trabajar desde el juego. Desde la diversión. Desde la empatía.

La Terapia LEGO®, y otras dinámicas lúdicas similares, no son una moda. Son una respuesta concreta a una necesidad urgente: ofrecer a estos niños formas seguras y efectivas de integrarse, de expresarse y de convivir.

Porque cada vez que un niño con TDAH o TEA logra decir “¿me ayudas?”, en realidad está construyendo mucho más que una torre: está construyendo un puente hacia el otro.

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